viernes, 29 de junio de 2012

Prólogo



Es interesante el descubrir que algunas películas están en lo cierto respecto a lo que ves, cuando tu vida está en grave peligro. Si, bueno. Hay que aceptar que no siempre aparecerán aquellas imágenes en donde se relata toda tu vida como una tonta película en cámara rápida.

No.

En la vida real, solo ves aquellas partes importantes que normalmente formaron una parte importante en tu vida y te niegas a olvidarlo.

A mí, por ejemplo, serian recuerdos como: La fiesta en donde me regalaron a mi primera mascota. El primer día de clase. El primer amigo. Lo feliz que me sentí cuando por fin aprendí a nadar (hace unos cuantos meses) El primer beso…¡argh dios!. Eso es algo que si quiero olvidar.

En fin. Toda una vida…. (Bueno si a tus diecisiete años se le podría decir “toda una vida”) en donde al principio uno se pregunta ¿Quiénes somos? ¿Por qué no soy bueno en nada? ¿Por qué estamos aquí? O…. ¿Por qué diablos ningún chico me hace caso? Blah. Blah. Blah y más Blah. Por suerte yo no soy ese tipo de persona. Ok, lo admito, me identifico con la última pregunta.

¿En que estaba? Ah sí, ya me acorde. Cuando estas es una situación grave, es normal ver pedazos de tu vida o en mi caso, el comenzar hacerse preguntas.
Pero ahora, mirando a mi alrededor, viendo como los demás están luchando y yo…. Aquí acorralada por tres tipos realmente horribles. Sonriendo con sus chuecos y podridos dientes. Apuntándome la garganta con sus muy filosas espadas. Me he llegado a preguntar en ese preciso instante. ¡¿Cómo diablos fue que llegue hasta esta situación?!  Y también a pensar…. ¡No. Puede. Ser! ¡Me van a hacer quedar como un maldito queso suizo!

Pero bueno. No nos adelantemos a los hechos, y mejor vayamos hasta el principio. Unos dos meses para ser más exactos. Donde yo aún era una típica adolescente aburrida, preocupándose por cosas sin sentido



No hay comentarios:

Publicar un comentario